La electroestimulación y el entrenamiento en hemodiálisis.

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En esta entrada del blog os voy a mostrar un articulo en el que los investigadores investigaron los efectos de la actividad física con electroestimulación en pacientes de enfermedad renal que realizaban hemodiálisis. El artículo científico lo podéis visualizar con el link que os dejaré al final de la publicación, pero antes os hare un breve resumen y os mostrare los beneficios que puede tener esta actividad física saludable en los pacientes.

Estos pacientes enfermos renales muestran bajos niveles de actividad física, y la hospitalización y supervivencia están directamente relacionadas con la actividad física. A pesar de la importancia de este dato, los pacientes de diálisis tienen niveles de actividad diaria más bajos en comparación con personas sin esta enfermedad. Se ha observado que un paciente de 30 años en hemodiálisis tiene menos actividad física diaria que una persona sana y sedentaria de 70 años. La enfermedad renal crónica limita la forma física debido a factores como anemia, disfunción cardíaca, anormalidades musculares y depresión.

El ejercicio físico se ha utilizado como herramienta terapéutica, y hay tres posibles modalidades: ejercicio en casa, ejercicio supervisado en días sin diálisis y ejercicio durante la sesión de HD. La última modalidad ha demostrado ser la más conveniente al permitir el control de las constantes del paciente durante el ejercicio y fomentar la adhesión al programa.

El objetivo principal de este estudio fue analizar los efectos de un programa de entrenamiento de fuerza-resistencia combinado con electroterapia durante la hemodiálisis. El estudio buscó verificar las variaciones en la capacidad funcional (actividades de la vida diaria como sentarse-levantarse y caminar) y la calidad de vida (aspectos físicos y mentales) de los pacientes.

La evidencia ha evidenciado el trabajo de programas de actividad fisica individualizadas realizada con electroestimulación durante 5 semanas con 3 sesiones semanales, centrados en los siguientes ejercicios:

  1. Extensión de rodilla en sedestación: Elevación de la pierna con un lastre en el tobillo, adaptado a la fuerza del paciente. La carga se incrementó según la mejora de la condición física. Se realizaron 3 series de 15 repeticiones.

  2. Triple extensión de miembro inferior: Extensión simultánea de cadera, rodilla y tobillo, con resistencia proporcionada por bandas elásticas de Teraband® de resistencia media, fuerte o extrafuerte según la fuerza del paciente. En algunos casos se utilizaron dos bandas simultáneas.

  3. Contracción isométrica del cuádriceps: Desde la posición de extensión de rodilla, se pidió al paciente que mantuviera una contracción del cuádriceps durante 3 segundos, con la opción de utilizar electroestimulación neuromuscular (EENM). La EENM implicó impulsos eléctricos con una frecuencia de 50Hz durante la fase de contracción, alternando con una fase de relajación de 6 segundos, totalizando 10 minutos consecutivos. Los electrodos se colocaron en ambos cuádriceps, ajustando la intensidad para lograr una contracción muscular tolerable.

Las evaluaciones de la capacidad funcional y fuerza física son:

  • La presión arterial,

  • Saturación de oxígeno, pulsioxímetro portátil

  • Distancia recorrida en el 6-Minute Walking Test (6-MWT),

  • Tiempo en el 10 Sit to Stand to Sit (10-STS),

  • Equilibrio muscular de las piernas.

  • La carga levantada en el primer ejercicio del entrenamiento.

  • La calidad de vida se evaluó mediante el test KDQOL-SF, considerando las dimensiones física y mental.

En la evaluación del programa de entrenamiento, se realizaron las siguientes pruebas:

  1. STS-10 (10 Sit to Stand): Consistió en medir el tiempo que el paciente necesitaba para levantarse y volver a sentarse 10 veces consecutivas desde una posición sentada, con los brazos pegados al pecho. La silla utilizada fue estándar con respaldo a 43 cm de altura y pegada a la pared. Se permitió un intento de prueba, y el tiempo empleado en realizar las 10 repeticiones fue registrado. Esta prueba fue monitorizada.

  2. Balance muscular según la escala de Daniels: Se realizó una valoración subjetiva de la fuerza muscular para la extensión de rodilla, predominantemente a través del cuádriceps. El investigador aplicó una fuerza hacia el suelo mientras el paciente intentaba impedir la flexión de la pierna. Se asignaron puntuaciones de 0 a 5 según la resistencia ofrecida por el paciente.

  3. Calidad de vida (KDQOL-SFTM): Se utilizó un cuestionario antes y después del programa de ejercicios, puntuando diferentes subescalas en una escala de 0 a 100, donde 0 representa el peor nivel de salud y 100 el mejor.

Todos los participantes experimentaron mejoras en diversas magnitudes:

  1. Caminaron distancias mayores en el 6-Minute Walking Test (6-MWT).

  2. Se levantaron más rápido de la silla en el 10 Sit to Stand (10-STS).

  3. Levantaron más carga y trabajaron de manera más intensa en los ejercicios propuestos durante el entrenamiento.

Estos resultados indican una mejora generalizada en la capacidad y fuerza funcional de los participantes.

  1. Los resultados obtenidos en las pruebas indirectas para medir la fuerza y capacidad funcional sugieren que el programa de fuerza-resistencia durante la hemodiálisis produjo una mejora muscular.

  2. En relación con la calidad de vida, se obtuvieron resultados significativos en la dimensión física según el KDQOL-SF. aunque no hubo diferencia en la esfera mental.

  3. En cuanto a los resultados analíticos, hubo poca significación en parámetros generales e inflamatorios/nutricionales, pero se observó un descenso en IGF-1 relacionado con el ejercicio, sugiriendo una posible mejora en la respuesta trófica del IGF-1 sobre el músculo.

  4. Los datos de bioimpedancia y antropometría no mostraron cambios significativos en masa muscular, atribuyéndose las mejoras en fuerza y capacidad funcional a la eficacia neuromuscular en lugar de un aumento en la masa muscular. Este hallazgo resalta la importancia de la eficiencia neuromuscular en programas de entrenamiento de corta duración.

Conclusiones:

  1. Mejora en la Capacidad Funcional: La implementación de un programa de ejercicios de fuerza-resistencia durante la hemodiálisis resultó en un aumento significativo en la capacidad funcional de los pacientes. Se observaron mejoras en actividades diarias como caminar y levantarse de una silla, indicando un impacto positivo en la movilidad y autonomía de los participantes.

  2. Mejora Parcial en la Calidad de Vida: Se confirmó que el programa de ejercicios también influyó en la calidad de vida de los pacientes, aunque la mejora fue parcial. Específicamente, se evidenció un aumento significativo en la esfera física de la calidad de vida, pero no se observaron diferencias significativas en la esfera mental. Es importante considerar la influencia de factores como la edad y el estado de salud en estos resultados.

  3. Esperanza de Cambios Tróficos con Programas más Extensos: Se sugiere que programas de entrenamiento de mayor duración y mayor intensidad podrían generar cambios tróficos en la masa muscular.

  4. Recomendación de Incorporar Programas Personalizados: En conclusión, se respalda la idea de incorporar a los tratamientos habituales de diálisis pautas de ejercicios totalmente personalizadas. Los resultados positivos en la capacidad funcional y en la esfera física de la calidad de vida respaldan la eficacia de programas de ejercicios intra-diálisis para mejorar la salud y el bienestar de los pacientes con insuficiencia renal crónica terminal.

Finalmente os dejo el enlace del artículo aquí.

Las recomendaciones y datos incluidos en este blog no pretenden sustituir los consejos de su médico y/o nutricionista clínico. El autor (Joan Zamora) no se responsabiliza de las posibles consecuencias de la mala aplicación de esta información. La recomendación del autor es que usted acuda a un profesional sanitario cualificado. Los únicos profesionales cualificados para proporcionar programas dietéticos nutricionales son los propios graduados / diplomados universitarios en nutrición humana y dietética y el médico especialista endocrino. Cualquier otro profesional sanitario o persona que le diga lo contrario realiza intrusismo y carece de los conocimientos necesarios. Le recomiendo que no ponga en peligro su salud ni su confianza, apoye la nutrición personalizada y de calidad.

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