Beber alcohol y el riesgo de cáncer
El consumo de alcohol es una práctica arraigada en muchas culturas, pero ¿Qué impacto tiene en nuestra salud, particularmente en relación con el riesgo de cáncer? Este artículo arrojará luz sobre los efectos del alcohol en el organismo y cómo está relacionado con diversos tipos de cáncer.
A nivel global, aproximadamente el 38.3 % de la población de 15 años o más consume alcohol, mientras que el 13.7 % son exconsumidores y el 48 % son abstemios. Los hombres tienen una tasa de consumo un 60 % mayor que las mujeres, y su consumo diario promedio es casi el doble.
Diversidad en las bebidas alcohólicas
El alcohol, específicamente el etanol, es una sustancia con un alto contenido calórico (7 kilocalorías por gramo). Sin embargo, las bebidas alcohólicas no solo contienen etanol, sino también otros componentes bioactivos. Por ejemplo, el vino tinto es conocido por su contenido en compuestos fenólicos y polifenoles como el resveratrol, que poseen propiedades antioxidantes. El vino blanco, por otro lado, contiene menos de estos compuestos pero puede ofrecer vitaminas B y C, así como minerales. La cerveza, elaborada principalmente a partir de la cebada, contiene un porcentaje moderado de etanol, así como compuestos fenólicos y vitaminas B y minerales. Los licores y destilados, aunque tienen un alto contenido de etanol, a menudo carecen de otros compuestos.
Mecanismos biológicos y carcinogénesis
El etanol, el componente predominante en las bebidas alcohólicas, se metaboliza en el hígado, con una tasa de 10-15 gramos por hora. El metabolismo del alcohol es relativamente simple: primero se convierte en acetaldehído a través de la acción de la enzima alcohol deshidrogenasa (ADH), y luego el acetaldehído se oxida a acetato mediante la acetaldehído deshidrogenasa (ALDH). Es importante destacar que polimorfismos en los genes que codifican estas enzimas pueden afectar significativamente la concentración de acetaldehído.
El acetaldehído es un posible carcinógeno, y se ha relacionado con una serie de mecanismos que pueden contribuir al desarrollo del cáncer. Estos incluyen la producción de prostaglandinas, peroxidación lipídica, generación de radicales libres oxidantes, aumento de los niveles de estrógeno y la interferencia en el metabolismo del ácido fólico, lo que afecta la metilación del ADN. Además, el etanol puede interferir en el metabolismo del ácido retinoico, que desempeña un papel importante en el crecimiento, la diferenciación celular y la apoptosis. El alcohol también puede facilitar la absorción de otros carcinógenos, como los presentes en el humo del tabaco.
¿Tipos de cáncer asociados al consumo de alcohol? El consumo de alcohol se ha vinculado con varios tipos de cáncer, incluyendo la cavidad oral, el colon y el recto, el esófago escamoso, la faringe, el hígado, la laringe y la mama.
¿Cuál es el impacto del consumo de alcohol en el riesgo de cáncer de esófago y de hígado?
En el cáncer de esófago, los niveles bajos de consumo, es decir, menos de 12.5 gramos al día, parecen presentar un menor riesgo en comparación con aquellos que consumen moderadamente (más de 12.5 y menos de 50 gramos al día) o de manera elevada (más de 50 gramos al día). Además, se sugiere que existe un posible efecto sinérgico con el tabaco, ya que algunos carcinógenos del tabaco podrían inducir mutaciones que serían menos eficientemente reparadas en presencia del alcohol. Asimismo, el alcohol puede actuar como disolvente, facilitando la penetración en la mucosa de otros carcinógenos.
En el cáncer de hígado, existe un aumento significativo del riesgo de cáncer hepático, aproximadamente un 10% por cada 10 gramos de alcohol o cada 10 mililitros de alcohol al día. Esto es especialmente relevante porque la inflamación crónica causada por el alcohol puede actuar como un factor promotor de tumores hepáticos. La fibrosis y la cirrosis, condiciones asociadas al consumo excesivo de alcohol, también pueden contribuir a la carcinogénesis hepática. Además, existe una interacción preocupante entre el alcohol y el virus de la hepatitis C, que parece acelerar el daño hepático causado por el alcohol.
¿Cuál es el impacto del consumo de alcohol en el riesgo de cáncer de cavidad oral, faringe y laringe?
Estudios han demostrado que la relación dosis-respuesta es curvilínea, lo que significa que a medida que aumenta el nivel de consumo de alcohol, el riesgo de desarrollar cáncer de cavidad oral, faringe y laringe también aumenta de manera significativa. No se ha encontrado un nivel de consumo por debajo del cual el riesgo no se incremente en comparación con los no consumidores. Esto nos lleva a una conclusión “cualquier cantidad de alcohol que consumamos podría contribuir al riesgo de cáncer en estas áreas”.
¿Cuál es el vínculo entre el consumo de alcohol y el riesgo de cáncer de colón y recto?
Los estudios han demostrado un aumento significativo del riesgo de desarrollar cáncer de colon y recto en relación con el consumo de alcohol. De hecho, por cada 10 gramos de alcohol ingeridos al día, se ha observado un aumento del 9% en el riesgo de cáncer de colon y un 10% en el riesgo de cáncer de recto. Es importante destacar que este efecto es más pronunciado en hombres que en mujeres, con un incremento del riesgo del 11% en hombres y un 7% en mujeres por cada 10 gramos de alcohol al día.
Los datos muestran que los consumidores de alcohol en general enfrentan un aumento del riesgo del 12%, mientras que aquellos que consumen alrededor de una unidad al día tienen un aumento del 2%. Sin embargo, el riesgo se dispara a un 24% para quienes consumen de 2 a 3 unidades al día y llega al 57% para aquellos que consumen 4 unidades o más al día. Es importante destacar que este riesgo es aún más pronunciado en aquellos que combinan el consumo de alcohol con el tabaco, y también puede estar influenciado por factores genéticos, como los polimorfismos de las enzimas ADH y ALDH.
Además de estos factores, el alcohol puede afectar negativamente al colon y al recto al producir un déficit de ácido fólico en su mucosa, posiblemente debido a la inhibición de enzimas esenciales para su metabolismo. Por otra parte, algunas bacterias intestinales con alta actividad de alcohol-deshidrogenasa pueden oxidar el alcohol en la mucosa colorrectal, generando niveles de acetaldehído hasta 1,000 veces superiores a los encontrados en sangre.
¿Cuál es el vínculo entre el consumo de alcohol y el riesgo de cáncer de mama?
Los estudios han revelado un aumento significativo en el riesgo de cáncer de mama en relación con la ingesta de alcohol. De hecho, por cada 10 gramos de etanol consumidos al día, se ha observado un incremento del 10% en el riesgo de desarrollar cáncer de mama en general. Sin embargo, el impacto del alcohol en el cáncer de mama no es uniforme. Cuando desglosamos los tipos de tumores, encontramos que el riesgo varía. Un incremento de consumo de 10 gramos al día se asocia con un aumento del 12% en el riesgo para los tumores positivos para receptores de estrógenos (ER+), un 7% para los tumores negativos para receptores de estrógenos (ER-), y un 11% para los tumores positivos tanto para receptores de estrógenos como de progesterona (ER+/PR+), todos estos resultados son estadísticamente significativos. No se observa un aumento significativo en el riesgo para los tumores que son positivos para receptores de estrógenos pero negativos para receptores de progesterona (ER+/PR-).
Los mecanismos detrás de esta relación entre el alcohol y el cáncer de mama son complejos. Además de los factores generales de carcinogénesis atribuidos al alcohol y al acetaldehído, se ha demostrado que el alcohol puede interferir en las vías metabólicas y de acción de los estrógenos de diferentes maneras. Esto puede afectar tanto a los niveles hormonales como a los receptores estrogénicos en el cuerpo.
¿Cuál es el vínculo entre el consumo de alcohol y el cáncer de estómago?
Es importante destacar que el consumo elevado de alcohol, a partir de 50 gramos al día, ha sido identificado como una causa potencial de adenocarcinoma gástrico. Sin embargo, este riesgo parece estar más relacionado con los tumores del estómago distal.
¿Y el riesgo con otros cánceres?
En cuanto a otros tipos de cáncer, el panorama es diverso. Existe una posible asociación entre el consumo elevado de alcohol, alrededor de 3 unidades al día, y el cáncer de páncreas. Sin embargo, las revisiones de expertos más recientes sugieren que la evidencia en este sentido es limitada, aunque no se descarta completamente la posibilidad de una asociación. Por otro lado, en el caso del cáncer de próstata, se considera que la evidencia sobre su relación con el consumo de alcohol es limitada y no concluyente.
En vista de estos datos, las recomendaciones con respecto al consumo de alcohol son claras.
No consumir alcohol es la mejor decisión.
Pero, si decides consumir bebidas alcohólicas, es fundamental limitar tu ingesta diaria a un máximo de dos unidades para los hombres o una unidad para las mujeres. Recordemos que una unidad equivale a aproximadamente 10-15 gramos de etanol.
10-15 gramos de etanol:
1 vaso / quinto - botellín de cerveza.
1 copa de vino tinto/blanco aproximadamente.
1 chupito de ron/whisky/ginebra/vodka… aproximadamente.
En conclusión si bien el consumo moderado de alcohol puede ser parte de la cultura de muchas sociedades, es esencial comprender sus posibles riesgos para la salud, especialmente en relación con el cáncer. Mantener un equilibrio y buscar orientación médica en caso de dudas sobre el consumo de alcohol es crucial para la prevención del cáncer y el bienestar general.
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